Queremos compartir con ustedes un poco de lo que en México, segundo país latinoamericano en adoptar la facturación electrónica, pero actualmente número 1 en innovación y procesos, para darle al lector colombiano una idea de hacia dónde vamos.
Como dato aclaratorio, las siglas SAT (SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA), es el equivalente a la DIAN (DIRECCIÓN DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES).
Aquí lo que al día de hoy ha pasado en México:
La facturación electrónica es la pieza clave en la simplificación fiscal y el control tributario de México. Por ello y más, su historia merece ser contada.
La actual factura 3.3 tiene su antecedente más antiguo en el 2005, cuando surge el primer comprobante fiscal digital.
Anteriormente, los contribuyentes debían acudir a una oficina del SAT para presentar sus declaraciones, realizar alguna aclaración e, incluso, obtener su RFC. ¿Puedes creerlo?
¡Así es! Prácticamente cualquier trámite requería de la presencia física, lo que terminaba representando una carga en términos de tiempo y dinero.
En aquel mundo analógico, en donde las facturas eran de papel, no existían las condiciones para la transparencia y la rendición de cuentas. El fraude y la evasión fiscal eran difíciles de rastrear, ya que los funcionarios debían revisar manualmente cada factura.
Afortunadamente, la facturación electrónica llegó en 2005 para cambiar este panorama. Si quieres conocer sus beneficios, y cómo fuimos dejando los papeles para llegar hasta la versión actual, ¡sigue leyendo!
El círculo virtuoso de la facturación
Como señaló el SAT, la factura electrónica ha sido “el factor de simplificación y control más significativo en la administración tributaria”.
Entre las medallas que podemos colgarles a los comprobantes fiscales digitales, están la eficacia en la recaudación y el crecimiento de la base de contribuyentes, que se amplió de 5.9 a 60.4 millones entre 1997 y el 2017.
Podemos decir que la facturación electrónica ha detonado un círculo virtuoso. Digitalizar los procesos que antes eran analógicos, permitió simplificar y reducir el costo de los trámites, lo que entonces ha motivado a los contribuyentes a cumplir sus obligaciones fiscales y entregar su información al SAT.
La autoridad, a su vez, puede así conocer mejor las operaciones que se realizan en el país, al mismo tiempo que incrementa su recaudación. De acuerdo con datos oficiales, desde el 2005 la factura electrónica:
Incrementó la rentabilidad en la recaudación. Hoy se invierten 53 centavos para obtener 100 pesos, mientras que antes se invertía más de 1 peso
.Redujo los costos para los contribuyentes. Para las empresas, el ahorro promedio fue del 85 por ciento.
Disminuyó errores en la presentación de las declaraciones.
Proporciona información al SAT para generar mejores productos.
Ha permitido detectar esquemas de defraudación fiscal.
Otorga mayor transparencia, seguridad y personalización en la relación entre ciudadanos y gobierno.
Un poco de historia
En el 2004, el correo electrónico ya era el estándar de comunicación en las empresas y la mayoría de la población ya manejaba un celular. Sin embargo, ¡las facturas seguían siendo de papel y todavía debían ser almacenadas por lo menos 5 años!
Para los contribuyentes, esta forma de operar generaba altos costos de administración, mientras que para el SAT, significaba demoras e ineficiencia, al verse obligados a revisar todo manualmente.
Sin embargo, en ese mismo año inició el proceso de implementación del Comprobante Fiscal Digital (CFD), el primer paso de la facturación electrónica. Observa cómo se han transformado los esquemas de facturación en los últimos 15 años, desde el reino de papel hasta la factura 3.3:
2004
Las facturas se imprimen en establecimientos autorizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Su vigencia es de 2 años y deben almacenarse por 5 años.Inicia el proceso de implementación del primer CFD, luego de que un grupo de contribuyentes solicitara permiso para presentar factura electrónica. El SAT creó para ello la Firma Electrónica Avanzada (FIEL).Se publica por primera vez el Anexo 20, el estándar técnico que específica la estructura, forma y sintaxis que deben de contener los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI).
2005
Se implementa el primer CFD versión 1.0México se posiciona como el segundo país en Latinoamérica en utilizar la factura electrónica.Al término de este año, se registran ya 236 emisores de facturas electrónicas y 139 mil 509 operaciones.El SAT autoriza la facturación electrónica a través de terceros.
2009
Ya existe la opción para los contribuyentes de emitir CDF por medios propios o a través de un agente del SAT.
2010
El 31 de diciembre, se imprimen las últimas facturas en papel. Éstas se podrían seguir utilizando hasta el término de su vigencia.Se establece el uso opcional de la factura electrónica. Desaparece la figura “agente SAT” y entra en vigor la versión 2.0 de los CFD.
2011
Los contribuyentes pueden usar simultáneamente papel, CFD, CFDI y CBB.La factura electrónica se vuelve obligatoria para algunos contribuyentes.
2012
Es el último año en que se pueden utilizar facturas de papel.Entra en vigor la versión 2.2 de los CFD.México es reconocido como líder en facturación electrónica.
2014
La factura electrónica se convierte en una obligación para todos los contribuyentes.
2017
Se origina la versión 3.3 de los CFDI, a través una modificación drástica al Anexo 20.Esta actualización incluye nuevas normas para validar tanto a los contribuyentes como las operaciones que realizan. En otras palabras, busca darle a la autoridad un mayor control tributario.
Asimismo, el SAT publicó hace un par de años la historia de la factura electrónica en México, de forma resumida, en el siguiente video:
Los retos de la facturación electrónica
Como ves, desde su primera versión la facturación electrónica demostró ser más que un archivo intercambiable: fue el banderazo para la automatización de la mayoría de los procesos fiscales, logró ahorros notorios en los costos administrativos y disminuyó errores.
Sin embargo, después de cada cambio siempre surgen nuevos retos. La actual versión 3.3modificó el esquema de la facturación electrónica, al diferenciarla de los recibos de nóminas y los comprobantes de pago, que ahora son documentos independientes.
Si bien el cumplimiento fiscal se ha simplificado, el reto para los contribuyentes sigue siendo mantenerse actualizados y disminuir su carga tributaria, en términos de tiempo, recursos humanos y -por supuesto- dinero. De ahí la importancia de conocer cómo elegir un facturador electrónico para tu negocio.
En este sentido, los facturadores electrónicos autorizados por el SAT son la alternativa ideal para no perder una sola actualización y cumplir cabalmente con los requerimientos fiscales.
En el caso que nos compete, Colombia, estamos en un proceso que va a ir paso a paso tomando fuerza y será un beneficio para el país. En FacturaTech Colombia, tenemos todo lo que necesitas para realizar tus operaciones en conformidad con lo que dicta la norma de la DIAN.
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